Así lo ha explicado en una rueda de prensa en el marco del "V Congreso Internacional de Psicología y Educación: los retos del futuro", celebrado en Oviedo, en la que también han participado el presidente del Congreso, Julio Antonio González-Pienda, y la directora del Centro Nacional de Austria para la Investigación en Dotación, Waltrud Rosner.
González-Pienda ha definido el TDAH como un "trastorno compuesto que incluye la dificultad para mantener la atención en una tarea, la impulsividad y la hiperactividad", y ha fijado la edad de diagnóstico entre los seis y los siete años.
Michael Gill ha precisado que, dependiendo de cómo se defina el trastorno, lo padecen entre el uno y el cuatro por ciento de los niños, y ha dicho que "tiene una importante base genética".
Gill ha subrayado la necesidad de "profundizar en las bases genéticas y comprender la interacción entre esta dotación y los contextos educativos, clínicos, familiares y sociales", ya que "es posible entender más sobre la línea biológica del TDAH".
Así mismo ha explicado que ciertos fármacos pueden contribuir a prevenir y corregir este desorden, aunque "algunos niños responden mejor que otros".
Por su parte, Waltrud Rosner ha expuesto su conocimiento sobre la superdotación, para la que ha recomendado que se "flexibilice" el sistema educativo, que se abandone la enseñanza "para la masa de alumnos" y se tenga en cuenta su heterogeneidad.
"El ejemplo es Finlandia, donde la enseñanza personalizada no coloca al profesor delante del alumno sino que lo acompaña en su aprendizaje, formando dentro del aula grupos de intereses comunes", ha explicado.
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