La antropóloga Luisa Ramírez, arrodillada sobre tierra negra, limpia delicadamente con un pincel una osamenta enterrada en un lote del sur de la capital colombiana en donde se descubrió un cementerio indígena con más de 1.500 años de antigüedad.
En el terreno de propiedad del Gobierno de Bogotá, con una extensión de 30 hectáreas, se planeaba construir 7.500 casas para albergar a unas 30.000 personas, pero la obra se suspendió desde marzo del 2007 cuando en la fase de remoción de tierra comenzaron a aparecer esqueletos.
El antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia Gustavo Lenis, quien trabaja en la excavación, dijo a Reuters que se trata del hallazgo arqueológico más importante del continente en la historia reciente y que en el sitio se han encontrado osamentas y ruinas de tres culturas indígenas.
"Esto va a ser un hito. Una necrópolis de este tamaño no hay en Latinoamérica, estamos a punto de decir que estamos descubriendo la necrópolis más grande nuestro continente hasta el momento", aseguró Lenis, mientras observaba desde una colina el terreno en donde se han encontrado las tumbas y los restos.
"Estamos haciendo un cálculo prudencial de 600 individuos, Aquí hay cantidad de cosas nuevas que comienzan a cambiar la historia de como habíamos visto a nuestros ancestros", afirmó.
Los primeros resultados de las investigaciones revelan que en el terreno escarpado repleto de pastizales desde donde se observa una gran parte de la capital colombiana de más de 7 millones de habitantes, se han encontrado tumbas, esqueletos, piezas de cerámica y herramientas de piedra de las culturas Herrera, Muisca temprano y Muisca tardío.
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