La semilla del hundimiento del Titanic podría haber estado, paradójicamente, en las ansias por que salga a flote. Así lo concluyeron dos científicos estadounidenses, que 96 años años después del naufragio, creen haber descubierto el punto débil del gigante.
Según los investigadores, la mayoría de los tres millones de remaches que sujetaban la base del barco eran de acero de baja calidad. Esta cualidad es lo que habría acelerado su hundimiento.
Hace 10 años, los científicos decidieron continuar las primeras investigaciones sobre la tragedia, realizadas en 1985, informa el diario español "El País". Luego de analizar los restos encontrados, los estudiosos repararon en 48 remaches del esqueleto de la nave.
Después de compararlos con los catálogos industriales de la época, descubrieron que el material correspondían a la categoría "Mejor", y no a la "Mejor-mejor", como en el caso de su hermanos gemelos, el Britannic y el Olympic.
"El Titanic se hundió muy rápido, su línea de flotación desapareció debajo del mar y eso, sin duda, se debió a una mezcla de materiales de baja calidad y de ansias por estrenarlo cuanto antes”, concluyeron los expertos.
Noticia publicada en La Gaceta (Argentina)