Las estimaciones anteriores se centraban en regiones específicas y usaban varias metodologías que hacían difícil compararlas.
Por ejemplo, un reporte realizado en 2003 encontró que la región de la Bahía de San Francisco tenía 62% de probabilidad de sufrir un terremoto de 6,7 grados de magnitud para 2032. El nuevo estudio aumentó la las probabilidades ligeramente a 63% para 2037.
En cuanto a la cuenca de Los Angeles, la probabilidad es de 67%. No había una comparación anterior para la zona de Los Angeles.
Los científicos aún no pueden predecir exactamente la parte del estado en la que ocurrirá el terremoto y cuándo, pero argumentan que el análisis puede ser una llamada de atención a los habitantes para que estén listos para enfrentar un desastre natural en un estado sísmico.
Conocer las probabilidades de un terremoto de gran magnitud es el primer paso para facilitar a los científicos realizar mapas de peligro que muestren el potencial de la gravedad del movimiento terrestre en un área determinada.
La información puede ayudar también a crear códigos y planes de emergencia así como establecer los índices para seguros contra terremotos.
De entre todas las fallas en el estado, la parte sur de la Falla de San Andrés, que va de Parkfield, en el sureste del centro de California, al Mar de Salton, tiene mayores riesgos, de acuerdo con los investigadores.
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