Desde el año 2001, el doctor Guillermo Rougier, paleontólogo argentino de la Universidad de Louisville, Estados Unidos, ha dirigido en el centro norte de la provincia de Chubut varias campañas de exploración en las cuales se hallaron restos craneanos y postcraneanos (como caparazón y miembros) de un ancestro de las tortugas modernas. Las expediciones recibieron el apoyo del Museo Egidio Feruglio de Trelew (MEF) y el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.
Sterli, que trabaja en el Museo de Historia Natural de San Rafael, Mendoza, analizó durante años esos restos fósiles como parte de su tesis doctoral. Y concluyó: "Los especimenes provienen de rocas depositadas durante 160 y 146 millones de años, es decir, corresponden al Jurásico (200 a 135 millones de años)".
Según Sterli, los fósiles pertenecen a una nueva especie denominada Condorchelys antiqua. Y agrega: "El hecho de que se encuentren restos craneanos y poscraneanos asociados no es común en el registro fósil de las tortugas a nivel mundial, por lo que este hallazgo es de gran importancia, ya que nos aporta muchos datos sobre la anatomía de las tortugas más antiguas".
La Condorchelys antiqua posee una anatomía muy particular dado que posee una mezcla de características de tortugas antiguas; pero a su vez, también tiene características de tortugas modernas. "El largo aproximado sería de 35 centímetros y fue hallada en rocas que corresponderían a una pequeña laguna", afirma la paleontóloga.
Noticia publicada en Bolsón Web (Argentina)