Los conductores podrán saber por adelantado si va a haber un accidente, si alguien pasa por alto un semáforo en rojo o si una persona hace una maniobra indebida.
A través de una red móvil, los vehículos también pueden obtener información de las señales de tráfico o sincronizarse con los semáforos, de manera que se minimice el tiempo de espera de los coches en los mismos.
La idea es que en el futuro se pueda adecuar nuestra velocidad para que, cuando lleguemos a los cruces, los semáforos siempre estén en verde, explica Carlos Bernardos, uno de los autores de la investigación, hombre perteneciente al departamento de Ingeniería Telemática de la UC3M.
Las ventajas de que los vehículos estén conectados entre sí vía la Web tiene otras ventajas que van más allá de la seguridad. Como, por ejemplo, la optimización de los servicios de monitorización remota.
Muchos coches utilizan dispositivos electrónicos que podrían estar constantemente actualizados a través de un software y vía Internet. Así, se podría determinar en qué momento hay que reemplazar una pieza sin necesidad de ir al taller.
De acuerdo a los autores del estudio, los automóviles del futuro incorporarán varios dispositivos de comunicación conectados a través de un nodo especializado. Es decir que incluirán redes móviles y podrán disponer de nuevos servicios y aplicaciones que en la actualidad sólo se obtienen mediante los teléfonos móviles.
Noticia publicada en IBL News (EEUU)