Aunque no se sabe con exactitud el tiempo del que data el inicio de las prácticas de cremación en los seres humanos, recientes excavaciones en el pueblo de Tayata, ubicado en el sureño estado de Oaxaca en México, revelan la existencia de entierros con incineración en el siglo XI a.C.
Nuevos descubrimientos de entierros humanos con cremación propios de la civilización Mixtec, de origen mesoamericano, sugieren que las diferenciaciones jerárquicas en los ritos funerales existían siglos antes del surgimiento de los estados urbanos.
El empleo de esta técnica entre las comunidades Mixtec, que estaba destinada a remarcar el estado social de quien moría, fue establecido hace unos 3.000 años, cuando surgieron por primera vez las diferencias hereditarias de posición jerárquica en Mesoamérica.
El estudio, desarrollado por miembros de los departamentos de antropología del St. John Fisher College en Rochester Nueva York y de la Universidad del Sur de Illinois, y publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), expone una de las claves de los inicios de un fenómeno social: el momento en el que las comunidades aldeanas se dividían en rangos jerárquicos y el status de una persona se reflejaba en su muerte.
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