Un grupo de arqueólogos inició el lunes las primeras excavaciones en más de 40 años del monumento megalítico de Stonehenge, en el oeste de Inglaterra, con la expectativa de desentrañar el misterio de este alineamiento de bloques de piedra de 5 000 años de antigüedad.
Los expertos empezaron a trabajar en este lugar nombrado Patrimonio Mundial de la Unesco por primera vez en 44 años y pretenden fechar con precisión el Doble círculo de piedras azules, la primera estructura construida en este monumento. Stonehenge es un conjunto de estructuras circulares concéntricas, erigido entre 3 000 y 1 600 antes de Cristo.
“Las piedras azules esconden la llave que permitiría comprender el objeto y el significado de Stonehenge”, explicó Simon Thurley, director general del English Heritage, una agencia pública encargada de la preservación del sitio.
Los trabajos no solo llevarán a saber “por qué sino también cuándo fue erigido” el monumento, indicó Geoffrey Wainwright, presidente de la Sociedad de Arqueólogos británica y uno de los responsables del proyecto.
Las últimas excavaciones fueron hechas en 1964, pero todos los trabajos realizados hasta entonces se limitaron a tareas de mantenimiento sin buscar respuestas concretas a la incógnita que sigue planeando sobre Stonehenge.
“Se han realizado muy pocas investigaciones arqueológicas de calidad” , estimó David Miles, arqueólogo en jefe de las obras: “La gente debe creer que sabemos mucho (sobre el monumento), pero en realidad hay muchas cosas que desconocemos”.
Lo que sí se ha podido establecer de este monumento es que las piedras están orientadas en función de la salida y la puesta de sol, pero los expertos continúan preguntándose cuál era su propósito.
Algunos se han referido a un templo, otros han apostado por un observatorio astronómico prehistórico o un cementerio secreto.
Noticia publicada en El Comercio (Ecuador)