La teoría médica sostiene que el bajo peso al nacer provocaría aumento de la presión sanguínea, o hipertensión, y enfermedad renal en la adultez, explicó el equipo del doctor A. J. Collins, de la Fundación de Investigación de Enfermedades Crónicas de Minneapolis, en el artículo publicado en Kidney International.
Estudios previos, destacaron los autores, probaron una asociación directa entre el peso al nacer y la cantidad de nefronas en el riñón. Un nefrón o nefrona es la unidad funcional básica del riñón, que filtra las impurezas de la sangre y produce la orina.
Cada riñón cuenta con algo más de 1 millón de nefronas.
Para investigar el tema, el equipo utilizó datos de un programa comunitario y gratuito de atención de la enfermedad renal crónica de la Fundación Nacional del Riñón, que incluía a mayores de 18 años con diabetes, hipertensión o antecedentes familiares de enfermedad renal, diabetes o hipertensión.
En el estudio participaron 12.364 personas de unos 49,1 años. El 28,7 por ciento era afroamericano, el 76,4 por ciento, mujer y el 15 por ciento había pesado menos de 2.500 gramos al nacer.
El equipo dividió a los participantes en cinco grupos según el peso al nacer, en un rango desde menos de 2.500 gramos hasta más de 4.500 gramos.
Los autores hallaron que los hombres que habían pesado menos de 2.500 gramos al nacer eran un 65 por ciento más propensos a sufrir insuficiencia renal crónica que aquellos con peso normal al nacer.
Por otro lado, los que habían nacido con 4.500 gramos o más eran un 41 por ciento más propensos a tener la enfermedad. Esto no se observó entre las mujeres.
"Es necesario estudiar si la relación entre el peso al nacer y la insuficiencia renal crónica, y distintos factores, como el nivel socioeconómico o el control de la hipertensión, podrían atenuar esa asociación", concluyó el equipo.
Asimismo, se necesita comprender la causa de esa relación e identificar los factores de riesgo potenciales para mejorar la salud pública.
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