La cama no es sólo el lugar ideal para hacer el amor, sino también para soñarlo. Por lo menos esto es lo que devela un estudio canadiense que concluye que los sueños de contenido sexual no son una excepción. La actividad sexual y la expresión del erotismo no se detienen mientras dormimos, sino que muchas veces se vuelve más intensa, placentera e interesante que la que tiene lugar durante la vigilia cotidiana.
Según el estudio dirigido por el doctor Antonio Zadra, profesor de Psicología de la Universidad de Montreal, en Canadá, alrededor del 8 por ciento de las fantasías oníricas se refieren a situaciones "calientes" y lujuriosas.
Aunque ellas y ellos sueñan por igual, no sueñan lo mismo: las mujeres tienden a soñar con su pareja actual o compañeros sexuales anteriores, mientras que los varones son más propensos a tener fantasías sexuales con personas imaginarias o famosas.
"Las mujeres tienen tantos sueños sexuales como los hombres", aseguran los investigadores, contradiciendo estudios anteriores que indicaban que los hombres experimentaban el doble de sueños sexuales que ellas. Un motivo posible, según las conclusiones, es que las mujeres sueñen ahora con mayor frecuencia o que sean más proclives a hablar sobre el tema.
De acuerdo con el trabajo, en ambos casos los sueños sexuales más comunes involucran relaciones sexuales. En la lista, siguen los sueños de proposiciones sexuales como el coqueteo (flirt), los besos, las fantasías y la masturbación.
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