Sólo las leyendas locales de un pueblo que ha sufrido el hambre y las guerras hablaban aún de ocasionales avistamientos de hipopótamos pigmeos, unos extraños animales en peligro de extinción que se creían desaparecidos de los bosques tropicales de África por culpa de los conflictos y la caza ilegal.
Pero, gracias a una red de cámaras ocultas, la Sociedad Zoológica de Londres acaba de descubrir que estos singulares mamíferos, parientes de los hipopótamos comunes y, más lejanamente, de las ballenas, aún habitan en la selva de Liberia.
El hallazgo ha supuesto toda una alegría, y también una sorpresa, para los investigadores. Los hipopótamos pigmeos han visto el 90% de su hábitat natural destruido por la guerra y la tala de árboles, y los humanos los han perseguido sin descanso, unas veces para huir del hambre y otras para lucir sus rechonchos dientes como trofeo. Pese a todo, las imágenes no dejan lugar a dudas: aún están ahí.
"Estamos encantados de haber descubierto que aún permanece una población en este lugar, pero seguimos preocupados por la especie, que continúa enfrentándose a importantes peligros derivados de la caza furtiva y la degradación del hábitat", indica Ben Collen, que ha dirigido al equipo de la Sociedad Zoológica de Londres como parte de su programa EDGE, destinado a localizar e intentar salvar de la extinción a las criaturas más extrañas y originales del planeta.
El hipopótamo pigmeo (Hexaprotodon liberiensis) habita en la selva montana guineana, un paisaje que se extiende por Liberia, Costa de Marfil, y Sierra Leona. Hasta el siglo XIX, era un lugar prácticamente inaccesible para el hombre. De hecho, no fue hasta entonces cuando se descubrió a esta especie, muy parecida al hipopótamo pero de menor tamaño y con los pies y el hocico más anchos.
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