Existen varias teorías enfrentadas para explicar la desaparición de la cultura maya, que habitó en el continente americano durante casi tres milenios. Las más recientes imágenes obtenidas por los satélites apoyan la tesis de que fue un cambio climático en su zona el que causó la extinción de esta cultura.
Las últimas fotografías orbitales del centro de interpretación de datos de satélites SERVIR, financiado en parte por el Banco Mundial y gestionado por la NASA, han mostrado nuevos y sorprendentes detalles del paisaje que habitaron los mayas, las cuales sugieren que este pueblo desarrolló sistemas de canales y complejas prácticas agrícolas en los "bajos", es decir, las tierras húmedas que rodeaban sus centros urbanos.
La sobreexplotación y deforestación de estos humedales, unida a la agricultura más primitiva de tala y quema que también practicaron los mayas y quizás a un periodo de sequía natural, provocó un aumento de las temperaturas y un cambio en las condiciones climáticas en la zona, las cuales pudieron desencadenar una serie de catástrofes que habrían culminado con el fin de una civilización milenaria.
Así lo asegura el investigador estadounidense Tom Sever, uno de los responsables del programa SERVIR y único arqueólogo profesional en la nómina de la NASA.
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