La primera campaña internacional de un plan de perforación profunda en el subsuelo marino, en una zona de alta sismicidad, cerca de Japón, ha logrado agujerear la Tierra hasta 1.400 metros, bajo el fondo océanico, abriendo el camino hacia la investigación sistemática de los grandes terremotos de la región justo donde se originan. Es el proyecto NantroSeize que han realizado, en el buque Chikyu, 16 científicos, entre ellos la española María José Jurado.
"Queremos ver el origen de los grandes terremotos que se produjeron en el pasado en Japón, como los de 1944 y 1946", explicó ayer Jurado en Madrid. "No podemos evitar los terremotos, no podemos luchar contra la Tierra, pero podemos intentar conocerla", dijo esta investigadora del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (CSIC).
La primera campaña de NantroSeicze ha realizado cinco perforaciones en el fondo oceánico, bajo 3.800 metros del nivel del mar. La zona elegida es la fosa de Nankai, a unos cien kilómetros de la costa nipona, donde la placa tectónica del Pacífico se desliza por debajo de la placa Euroasiática. Allí se origina el 90% de los terremotos que sufre Japón. El Chikyu, de 210 metros de eslora, es el buque tecnológicamente más avanzado del mundo para estas perforaciones.
El plan, a partir de ahora, es hacer varios sondeos más profundos aún, hasta alcanzar los 6.000 metros bajo el mar, explicó Jurado. Eso será en 2010. Después se instalarán en los agujeros sensores que registrarán constantemente datos sobre las características geofísicas de la zona para hacer un seguimiento de las condiciones de la Tierra allá donde acabará produciéndose otro gran terremoto.
Noticia publicada en El País (España)