Un estudio de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid ha analizado los efectos de los estímulos magnéticos en la germinación de semillas y en el crecimiento de plantas. En una primera fase, se ha experimentado con cereales y leguminosas.
Los seres vivos, en general, se ven afectados por el magnetismo terrestre. Los procesos vitales tienen lugar en un contexto electromagnético que es el resultado de la relación entre el magnetismo vital y el campo magnético terrestre, componente global importante del exterior.
Al tratarse de un proceso de interacción, cualquier modificación repercutirá en el conjunto de procesos vitales. De los primeros resultados de esta investigación se deduce que el proceso de germinación de las semillas es más rápido que el de las que no han sido expuestas a dichos campos magnéticos.
Actualmente, este grupo de investigadores trabaja en el tratamiento de plantas medicinales, por lo que en un futuro podría hablarse de una alta eficacia fisiológica que puede tener connotaciones económicas en la producción de estas y otras especies mediante la utilización de campos magnéticos artificiales. Sin embargo, el proceso tendrá diferentes etapas.
En una primera fase, habrá que diseñar y establecer un dispositivo magnético viable para su aplicación en un cultivo protegido, determinar el campo magnético óptimo en condiciones de invernadero, estudiar cómo asimilarían las plantas en estas condiciones los fertilizantes y, por último, habrá que realizar un estudio para su aplicación a otras especies vegetales de alto valor añadido.
Noticia publicada en El Comercio (Ecuador)