El material, una capa delgada de nanotubos de carbono de baja densidad alineados verticalmente de forma holgada, absorbe más del 99,9 por ciento de la luz, y podría utilizarse algún día para elevar la eficiencia de la conversión de la energía solar, mejorar los sensores infrarrojos y aplicar otros perfeccionamientos a diversos dispositivos.
Shawn-Yu Lin, profesor de física en el Rensselaer, dirigió el proyecto de investigación.
Todos los materiales, desde el papel al agua, pasando por el aire o el plástico, reflejan alguna cantidad de luz. Durante mucho tiempo, los científicos han imaginado un material negro ideal que absorba todos los colores de la luz y no la refleje en absoluto. Hasta ahora, los esfuerzos para fabricar un material con reflexión total cero han sido infructuosos.
Por ejemplo, la reflectividad total de la pintura negra convencional está entre el 5 y el 10 por ciento. El material más oscuro creado por el hombre, antes del descubrimiento hecho por el grupo de Lin, ostentaba una reflectividad total de entre el 0,16 y el 0,18 por ciento.
El equipo de Lin creó una capa de baja densidad, de conjuntos de nanotubos de carbono verticalmente alineados, que fue diseñada para tener un índice de refracción sumamente bajo, así como otros rasgos apropiados para reducir aún más su reflectividad. El resultado final fue un material con un índice de reflectividad total del 0,045 por ciento, más de tres veces más oscuro que el material que alcanzó el récord anterior.
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