Un equipo de investigadores de Estados Unidos ha conseguido desarrollar un vendaje impermeable y adhesivo inspirado en las pequeñas patas de las salamanquesas que, permitiéndoles agarrarse a paredes y techos, desafían todas las leyes de la gravedad.
El descubrimiento, publicado la semana pasada en Proceedings of the National Academy of Sciences, podría utilizarse pronto como una herramienta más en los quirófanos, para aplicar puntos de sutura y facilitar la cicatrización de incisiones o incluso curar heridas internas.
"Lo que hemos hecho ha sido imitar a las salamanquesas", ha afirmado Robert Langer, catedrático del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Su trabajo, sin embargo, ha sido bastante más complicado. Lager y su colega Jeff Karp, de la Escuela Médica de Harvard, han dirigido una investigación en la que que han utilizado la misma tecnología que se utiliza para desarrollar chips informáticos.
Aprovechando algunos de los principios que hacen de las patas de las salamanquesas unas extremidades únicas, han creado una venda que emula el relieve que permite a estos reptiles agarrarse a todo tipo de superficie.
Útil sobre órganos internos
La venda cuenta además con una delgada capa adhesiva que le permite pegarse en entornos húmedos, como podría ser, por ejemplo, un órgano interno del cuerpo humano. Otros equipos de investigadores habían creado años atrás adhesivos que podían emplearse en entornos secos. Sin embargo, lo peculiar de este vendaje es que podría aplicarse incluso sobre órganos como el corazón o el pulmón.
Además, la venda, que cumple con las exigencias médicas, está fabricada a partir de un material de caucho biológico inventado por Langer, Karp y sus colaboradores, que es biodegradable y se disuelve al cabo de algún tiempo, por lo que no sería necesario volver a intervenir para quitarla.
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