Los trabajos de restauración de los mascarones arquitectónicos de la zona arqueológica de Kohunlich, en Quintana Roo, reconocidos por su belleza y alto valor histórico, avanzan en 80 por ciento para darles su aspecto original.
Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encabezados por la conservadora Elda Anrubio Vega y el arqueólogo Enrique Nalda, llevan a cabo desde 2005 los trabajos de conservación permanente en el sitio, lo que ha permitido rescatar de manera paulatina la iconografía original y controlar su deterioro.
La importancia de los mascarones de los edificios de Kohunlich radica en que son representaciones de rostros mitificados que con su mirada acompañan el recorrido al inframundo del Astro Rey, deidad que ocupó principal sitio en el panteón maya.
Para estos trabajos, el equipo de restauración estableció como principio evitar el uso de productos sintéticos, pues muchos de los problemas actuales para preservar los mascarones se derivan del uso de polímeros como consolidantes en las primeras intervenciones.
Por ello, se preocupan de utilizar materiales naturales, como la cal como consolidante y, a manera de cementante, el polvo de piedra caliza y el sascab, un producto derivado de la intemperización de rocas calizas, muy abundante en la región.
Lo anterior implicó, incluso, abrir una investigación especial para conocer los materiales naturales que posiblemente ocuparon los mayas para construir el estucado que da vida a estas importantes figuras.
En un comunicado, el INAH destacó que "las propiedades plásticas de este estuco permitieron el modelado de los relieves que decoraron profusamente los edificios mayas del Clásico temprano, de entre los cuales, los mascarones de Kohunlich alcanzaron un nivel excepcional en términos artísticos".
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