Un yacimiento chino, cercano a Mongolia, conservaba entre los sedimentos de hace unos 130 millones de años el esqueleto de un diminuto reptil volador, el más pequeño de su género que se ha descubierto hasta ahora.
El diminuto pterosaurio, bautizado como Nemicolopterus crypticus, tenía una envergadura, con las alas abiertas, de tan sólo 25 centímetros y, a tenor de sus rasgos físicos, se cree que vivía sobre los árboles, como los pájaros.
El hallazgo, fruto de la colaboración entre paleontólogos de la Academia de Ciencias China y de la Universidad de Río de Janeiro (Brasil) tuvo lugar en la formación Jiufotang. Para sorpresa de los investigadores, el esqueleto del extraño animal estaba prácticamente completo, lo que les ha permitido comprobar que tenía unas características muy peculiares, que le distinguían de otros congéneres del Cretáceo temprano.
Por ejemplo, comprobaron que no tenía dientes, que la forma de la cresta de su húmero era diferente y que las falanges de sus patas estaban curvadas, peculiaridades que son las que les permiten afirmar que el lagarto N. crypticus vivía en los árboles y que comía insectos en los bosques del norte de China.
El investigador que dirigió el trabajo, Xiaolin Wang, destaca en la revista Proceedings of National Academy of Science (PNAS) que es «una auténtica rareza entre los pterosaurios», si bien no entra a valorar su importancia dentro de la historia de estos extraños animales.
Noticia publicada en El Mundo (España)