Arqueólogos marinos comenzarán a trabajar en junio para desenterrar del fondo de arena, el casco hundido de un buque de 2.300 años de antigüedad que según se especula, transportaba vino cuando naufragó frente a las costas de Chipre.
El buque, datado por los investigadores como del siglo IV AC, es uno de los muy pocos que han sido encontrados en muy buen estado de conservación. Según Stella Demesticha, arqueóloga marina visitante de la Universidad de Chipre, los restos pueden echar luz sobre la historia náutica y económica de ese período en el Mediterráneo oriental.
Un relevamiento inicial realizado en noviembre con fotografía submarina, mostró docenas de ánforas – grandes recipientes de terracota utilizados en la antigüedad para transportar alimentos líquidos y sólidos – descansando en el lecho del mar alrededor del buque.
Según se aprecia, el barco estaba transportando vino desde la isla griega de Chios, cuando se hundió. Las ánforas se parecen mucho a otras encontradas con vino de Chios, pero pueden haber sido también usadas para el transporte de otros bienes en el comercio marítimo de la antigüedad.
Demesticha dijo que los investigadores creen que el casco de madera de la nave puede estar muy bien preservado bajo toneladas de arena. Las fotos no fueron todavía publicadas, en virtud de que la investigación aún se encuentra en etapa preliminar.
A diferencia de similares descubrimientos efectuados en aguas profundas, estos restos se encuentran a 144 pies de la superficie, una profundidad que los buzos pueden alcanzar fácilmente, y que incrementan el valor del hallazgo.
Según parece, el barco era contemporánea del “KYRENIA”, un buque mercante de 50 pies de eslora que otros buzo gercochipriota descubrió accidentalmente frente a las costas del norte de la isla, hace más de cuarenta años (la foto muestra una reconstrucción de esta nave).
En opinión del arqueólogo Jonathan Adams, también involucrado en el proyecto, el descubrimiento podría proveer información clave sobre el rol de Chipre en el comercio marítimo. “Esto podría presentar un cuadro más detallado del comercio de aquella época, que no puede ser reconstruido a partir de las ánforas encontradas en tierra”, agregó el investigador, profesor del Centro de Arqueología Marina de la Universidad de Southampton.
Los buzos chipriotas comenzarán a principios de junio la siguiente fase de la investigación en el sitio, ubicado a una milla y media de la villa costera de Mazotos. Una siguiente etapa se realizará en octubre, informó Demesticha.
El proyecto es desarrollado por la Universidad de Chipre (Unidad de Investigaciones Arqueológicas), y es financiado por la Fundación Thetis, institución privada dedicada a la protección del patrimonio cultural submarino
Noticia publicada en Nuestro Mar (Argentina)