Un estudio internacional de 20.000 personas encontró siete nuevos genes que influyen en los niveles de colesterol en la sangre, un factor importante de las enfermedades cardiovasculares, y confirmó otros 11 genes que ya antes se creía que influyen en el colesterol.
Una investigación internacional encabezada por científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan se propuso identificar o confirmar las variantes genéticas que influyen en los niveles de lípidos y, en segundo término, evaluar si esas variantes están vinculadas con un aumento o disminución del riesgo de enfermedad cardiaca.
Las conclusiones se publicaron el 13 de enero en internet en la revista Nature Genetics.
Los resultados pueden llevar a que la comunidad médica reconsidere el papel del buen colesterol (conocido por la sigla en inglés HDL que corresponde a las lipoproteínas de alta densidad) y del mal colesterol (o LDL por la sigla en inglés que corresponde a las lipoproteínas de baja densidad), en la enfermedad cardiaca, dijo Gonçalo Abecasis, profesor asociado de la Escuela de Salud Pública de la UM. Abecasis codirigió el estudio con Karen Mohlke, profesora asistente de genética en la Escuela de Medicina Chapel Hill de la Universidad de Carolina del Norte.
“La sorpresa fue que si bien las variantes genéticas que aumentan el colesterol malo están vinculadas también con el aumento de riesgo de enfermedad cardiaca, no encontramos que las variantes que influyen en el buen colesterol estén relacionadas con una disminución del riesgo de enfermedad en las arterias coronarias”, dijo Abecasis. “Quizá ese resultado nos llevará a reexaminar los papeles que desempeñan el buen y el mal colesterol en la susceptibilidad a los males cardiacos”.
Noticia completa en Diario de las Américas (EEUU)