La tecnología puede ayudar a comprender y tratar el autismo, según se desprende de dos recientes investigaciones llevadas a cabo en Estados Unidos y en Israel. En la primera de ellas, realizada por científicos del Baylor College of Medicine (BCM), un escáner de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) permitió analizar la actividad del cerebro en adolescentes aquejados de esta enfermedad, descubriendo que sufrían de incapacidad para auto reconocerse.
En la segunda, llevada a cabo en la Universidad de Haifa, se utilizó un sistema especial de realidad virtual que permitió mejorar las capacidades de niños con autismo para manejarse en un entorno potencialmente peligroso: la carretera.
Según publica la revista Physorg, P. Read Montague, profesor de neuronciencia de la BCM y director del Human Neuroimaging Lab y de la Computational Psychiatry Unit de dicha universidad, y otros científicos utilizaron la tecnología de escáner fMRI para escanear los cerebros de individuos con un autismo de baja gravedad, con un cociente de inteligencia normal o alto pero con muchos de los síntomas propios de esta enfermedad.
Durante el procedimiento, los investigadores identificaron en ellos un patrón de actividad concreto en el cerebro que los identificaba como autistas. El grado de actividad cerebral registrada se relacionaba con la severidad de los síntomas (a menor actividad, el autismo es más serio). Es decir, que este descubrimiento podría permitir el desarrollo de una prueba rápida de diagnóstico.
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