Técnicos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) construirán el cable de distribución de energía eléctrica más potente del mundo. Será un cable hecho con materiales superconductores, como los que ya se están probando en Estados Unidos, Corea, Japón y Dinamarca, y el primero de estas características que se construya en el sur de Europa.
El nuevo cable superconductor aporta muchas ventajas en relación a los tradicionales cables de distribución, los que transportan la electricidad de las subestaciones eléctricas, a donde ésta llega mediante cables de alta tensión, a nuestros hogares, y que están hechos de cobre. Los cables superconductores pueden transportar cinco veces más potencia eléctrica que los cables actuales en un espacio cinco veces inferior y son más eficientes porque pierden menos energía mientras transportan la señal del punto de origen al consumidor (el efecto dispersión). Asimismo, son más seguros porque no se refrigeran mediante aceite, como los cables convencionales, sino con nitrógeno líquido, que no es inflamable.
Con su eficiencia, contribuyen a reducir las emisiones de CO2 invertidas en generar electricidad, por lo que se echa «un cable» al medio ambiente en la lucha contra el cambio climático.
Antiapagones Finalmente, esta nueva tecnología puede ser especialmente útil para mejorar las redes con picos de consumo y evitar apagones, ya que la energía eléctrica podría llegar a un mismo usuario por más de una fuente.
El investigador del Instituto de Ciencia de los Materiales de Barcelona y coordinador del proyecto Xavier Obradors explicó que, en un principio, construirán un cable superconductor de 30 metros. Estará listo en 2010 y entonces se conectará, para probar su eficacia sobre el terreno, en una red de distribución de Cataluña a concretar, probablemente en la ciudad de Barcelona.
El cable superconductor tendrá una potencia de 111 megavoltios y utilizará el nivel de intensidad corriente más alto empleado hasta la fecha, 3.200 amperios.
Apoyo de Endesa Si el nuevo cable resulta, podría extenderse su implantación, aunque Obradors declinó hacer pronósticos en este sentido. «Eso dependerá de las compañías eléctricas», alegó. No obstante, auguró un gran futuro para esta tecnología, porque «la demanda de electricidad, crece en todo el mundo, y el actual sistema eléctrico no está preparado para esto».
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