Los síntomas son repentinos: debilidad en la cara, en un brazo o en una pierna; confusión, problemas para hablar o entender, o un dolor que “parte” la cabeza...
Cualquiera de estas señales –y otras, como falta de visión en uno ojo o en ambos, dificultades para caminar, vértigo, pérdida del equilibrio o falta de coordinación– puede indicar el comienzo de un ataque cerebral, tercera causa de muerte en el país y primera causa de discapacidad.
Un estudio local hecho a partir del análisis de datos reunidos durante dos años por el Registro Nacional de Accidentes Cerebrovasculares (ReNAcer) arrojó un resultado sorprendente: en los pacientes con un accidente cerebrovascular isquémico (por obstrucción de un vaso sanguíneo), la mortalidad fue significativamente menor entre aquellos que habían completado al menos su educación primaria. A su vez, el riesgo de morir durante la internación fue aún menor entre quienes habían terminado estudios universitarios.
“El nivel de educación fue el factor protector más potente contra la mortalidad intrahospitalaria –dice el doctor Luciano Sposato, director del Centro de Stroke de la Fundación Favaloro y de ReNAcer–. Ninguna de las otras variables analizadas, como la edad, el sexo, el tipo de hospital donde se internaron los pacientes y las complicaciones fue tan importante como el nivel educativo a la hora de predecir la evolución de los pacientes. Por primera vez tenemos evidencias de la estrecha relación que existe entre la educación y la mortalidad por ataques cerebrales en un país latinoamericano."
Según el especialista, todavía no se puede explicar del todo esta asociación. "La educación es considerada un indicador de nivel socioeconómico, y el nivel socioeconómico está muy relacionado con el acceso a la salud y a la prevención. Aunque -aclara-, en este caso las relaciones entre mortalidad y educación exceden las diferencias socioeconómicas y probablemente se deban a las que existen entre estilos de vida, alimentación, ambiente y cuidados en la infancia. En el momento del ataque, toda la vida anterior del paciente tiene importancia."
Pero a pesar de que el accidente cerebrovascular, también conocido como stroke , es un cuadro tan frecuente y discapacitante -datos de la Sociedad Neurológica Argentina indican que en el país se produciría uno cada cuatro minutos-, los neurólogos observan que pocos conocen sus síntomas o comprenden lo importante que es recibir atención médica a tiempo.
Noticia completa en La Nación (Argentina)