De los 37 millones de aves guaneras que existían en las 22 islas y nueve puntas que forman el sistema guanero del mundo, en la costa sur peruana, en la actualidad apenas queda una población de 3 700 000 de aves, entre las especies guanay, piquero común y pelícano.
Hace 170 años, el mundo descubrió el guano de las aves marinas y la demanda se incrementó explosivamente causando un "boom" económico, al extremo de que en 1872 se valorizaba en 12 libras esterlinas la tonelada en la Bolsa de Valores de Londres.
Sin embargo, las cosas cambiaron con el paso de los años por la depredación del recurso, que terminó con casi su acta de defunción por los años 1950, cuando apareció la pesca industrial de la anchoveta para la harina y aceite de pescado. Y es que estas aves tienen como su principal alimento la anchoveta. A ello se suma que son víctimas de los pescadores artesanales que ilegalmente las cazan para venderlas para el consumo humano por la pobreza.
Pablo Arriola, presidente de Pro Abonos, ente encargado de la preservación de este recurso, cuenta que en la actualidad un equipo de 300 trabajadores visita isla por isla cada cinco años, para extraer el recurso de forma manual. Se usa en la agricultura nacional y montos pequeños son exportados a Estados Unidos, España y Ecuador.
Esta industria ahora es reducida, hay una recolección racional programada y vigilada.
Uriel de la Torre, especialista en conservación de fauna silvestre, explica que antiguamente el fenómeno de El Niño causaba gran mortalidad de esta especie -un 70 a 80%-, debido a que la anchoveta huía a aguas más frías.
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