Un nuevo entierro humano y vestigios del posclásico tardío, que se ubica entre los años 1450 y 1521, se descubrió en la ciudad de Tula, anunció el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Luis Gamboa Cabezas.
Recordó que apenas en abril pasado, arqueólogos locales hallaron aquí mismo un entierro que contenía los restos de 24 niños, de más de mil años de antigüedad. Indicó que en el lugar del nuevo descubrimiento también se halló el ajuar funerario de la persona que fue sepultada en ese sitio.
El hallazgo, dijo, lo realizó un vecino que construía una barda perimetral en su propiedad, cerca del bulevar Tula, donde recientemente fue descubierto otro entierro, considerado inicialmente como un panteón o un lugar de sacrificio, y en el cual había restos de 24 niños.
Explicó que durante las excavaciones también fueron encontradas vasijas de cerámica denominadas como "Cerámica Azteca 3", que corresponden a una fase temporal que se relaciona no propiamente con los aztecas, sino con grupos contemporáneos a los mismos.
En marzo se hizo un descubrimiento cerca de la zona arqueológica de Tula, la cual, dijo en su momento el mismo investigador, se podría tratar de una ofrenda al dios de la lluvia, Tláloc.
"En los entierros fueron encontradas figurillas relacionadas con esa deidad, y la forma en que estaban dispuestos, con la cara al sol, estaba relacionada con los ciclos de la lluvia", abundó el experto.
Añadió, en ese entonces, que los restos de los niños se localizaron en un espacio de apenas cuatro por cuatro metros, alrededor de un altar coronado con una cabeza de Chac-mool, otra deidad prehispánica, relacionada con la fertilidad.
El pasado 27 de julio, el INAH de Hidalgo dio a conocer el descubrimiento de un asentamiento mexica en la región de Apan, en el que se localizaron al menos 10 entierros y vestigios de lo que fue un gran asentamiento mexica o azteca.
Noticia publicada en El Financiero (México)