Una nueva especie de dinosaurio africano, de 110 millones de años de antigüedad y morfología extraña, como un hocico que funcionaba como una especie de aspiradora, fue presentada este jueves en Washington por paleontólogos estadounidenses.
Este dinosaurio saurópodo (herbívoro y cuadrúpedo), cuyos huesos fosilizados fueron encontrados en Níger, fue bautizado Nigersaurus Taqueti.
Paul Sereno, que lideró la empresa, indicó en la sede de National Geographic que lo bautizó Taqueti en honor al paleontólogo francés Philippe Taquet, quien alumbró la existencia de este animal cuyos fósiles fueron hallados por primera vez en 1950.
Didier Duthiel, un miembro del equipo de Sereno, de la Universidad de Chicago, fue el primero en observar los huesos del esqueleto del Nigersaurus en 1997. En esa expedición y en una siguiente el equipo recogió casi el 80% del total del esqueleto.
La osamenta del animal reconstituido en el Museo de National Geographic tiene 13 metros de largo y es considerado el primo menor del diplodocus de América del Norte.
Por su parte, con un cuerpo del tamaño de un elefante, tenía una cabeza que Sereno describió como ultra ligera. Efectivamente, el animal, que tenía dificultades para levantar su cabeza por encima de su espalda, pastaba de una forma que podía sugerir una similitud con una vaca Mesozoica mucho más que con una jirafa herbívora, añadió.
El Nigersaurus poseía además de ese hocico poco común, con narinas externas, una mandíbula que actuaba como un par de tijeras de 30 centímetros de largo y provistas de 500 dientes en total, varios de los cuales servían para remplazar los perdidos o gastados.
"Entre todos los dinosaurios, el Nigersaurus Taqueti batía sin duda el récord Guinness por la cantidad de dientes de reemplazo", estimó Paul Sereno, profesor de la Universidad de Chicago (Illinois, norte), que dirigió los trabajos.
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