Dos estudios publicados esta semana avalan el importante papel de algunos nutrientes para evitar el deterioro cognitivo y la demencia (entre ellas, el Alzheimer). Uno de los trabajos, realizado entre 8.000 franceses, apunta la receta para proteger el cerebro: pescado, aceites vegetales, fruta y verdura.
"Coma frutas y verduras todos los días, pescado al menos una vez a la semana y prefiera los aceites ricos en ácidos omega 3 (como el de canola, semillas de lino o nueces) a los aceites ricos en omega 6 (girasol o semillas de uva). Además de los previsibles beneficios sobre la salud cardiovascular y el [riesgo de] cáncer, esta dieta podría contribuir a aplazar la demencia y el mal de Alzheimer", aconseja Pascale Barberger-Gateau, del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica francés (INSERM) y principal firmante del trabajo galo.
La otra investigación, por su parte, concluye que los suplementos de betacaroteno (un precursor de la vitamina A, presente en las frutas y verduras muy pigmentadas, como el tomate) previenen el declive cognitivo —normalmente, precedente de la demencia— cuando se toman durante años.
Hasta ahora, algunos trabajos habían sugerido que los antioxidantes (como es el caso del betacaroteno) se asociaban a una mejor función cognitiva. Otros estudios han visto que las personas que toman pescado tienen menos riesgo de Alzheimer... Pero también ha habido trabajos en el sentido opuesto. Nada quedaba claro. Para empezar, porque otros hábitos saludables presentes en los amantes del pescado podrían ser responsables de esa neuroprotección.
Para aclarar el tema, los investigadores galos, que publican sus conclusiones en la revista "Neurology", analizaron los datos de 8.085 voluntarios, todos ellos mayores de 65 años. Durante tres años y medio, se recogieron sus hábitos alimenticios y periódicamente se evaluó su capacidad cognitiva. En este periodo se produjeron 281 casos de demencia (3,4% de los participantes), entre ellos 183 de tipo Alzheimer.
Tres fueron los hábitos que reducían este riesgo: las frutas o verduras, el pescado y los aceites vegetales, ambos ricos en ácidos grasos omega 3. Las bondades del pescado, sin embargo, no se detectaron en personas con predisposición genética a desarrollar Alzheimer (portadores del gen ApoE 4). Curiosamente, otros alimentos (cane roja, panceta...) que se suponía que afectaban a la demencia no tuvieron efecto alguno.
La mayor incidencia de demencia se registró entre aquellos con una peor dieta (poco pescado, frutas, verduras y aceites vegetales), entre los que se dieron 39 casos de demencia (5,7% de las personas de este grupo). Por el contrario, sólo el 1,8% de los voluntarios con los tres hábitos "neuroprotectores" y el 2,6% de aquellos con dos (frutas y verduras más alguna fuente de omega 3, ya fuese pescado o aceites vegetales) desarrollaron una demencia. Sin embargo, un único hábito saludable no tenía ningún enfecto sobre este deterioro.
Este es, precisamente, uno de los resultados más destacados del trabajo: "Necesitas al menos dos buenos hábitos", explica Barberger-Gateau.
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