Autoridades venezolanas y científicos se han embarcado en una importante expedición científica que les acerque a conocer las incógnitas que encierra el volcán Kick"em Jenny, en el que ven una seria amenaza para los pobladores de la costa del noreste venezolano y para todo el Caribe. Con estas investigaciones que se realizan sobre el mismo volcán y sus alrededores, se pretende conocer a fondo su evolución y, de esta manera, implementar planes de contingencia.
El volcán bajo las aguas fue descubierto el 24 de julio de 1939, al realizar una erupción, precedida por varios temblores, que fue vista sobre la superficie del mar desde varias islas cercanas y embarcaciones, a unos 8 kilómetros al norte de la isla Granada. Otra serie de erupciones, al menos 12, y movimientos sísmicos diversos fueron registrados a lo largo de los años en varias islas del Caribe, la última importante se produjo en el año 2001.
“El mar parecía hervir”
Las erupciones más fuertes tuvieron lugar en 1974 y 1990. Durante la primera de ellas, una avioneta que sobrevolaba la zona informó que “el mar parecía hervir de manera turbulenta y despedía vapor de su superficie”. Debido a las erupciones registradas y a los consecuentes movimientos sísmicos se ha calificado al Kick"em Jenny como el volcán más activo del Caribe.
Entre los años 1972 y 1989 se observó que la cumbre del volcán se había elevado 60 metros, lo que dio un promedio de 4 metros por año. En la actualidad, el cono volcánico se encuentra a unos 90 metros por debajo del nivel del mar, aparece como una enorme montaña de forma cónica, con casi 600 metros de altura respecto al piso oceánico y de unos 5 kilómetros de diámetro promedio en la base.
El cráter es casi perfectamente circular y tiene un diámetro de 350 m. aproximadamente. Este tiene una brecha en el noreste, pero no tiene ningún domo (cúpula). Su suelo es liso y carente de irregularidades topográficas, aunque posee un cráter interior ubicado en el cuadrante noroeste del cráter principal, de forma elíptica, con una longitud aproximada de 100 metros de largo y 50 de profundidad.
Kick"em Jenny se erige en el interior de una depresión mucho más grande con forma de herradura, de una longitud de 20 kilómetros, que se ensancha pendiente abajo. Dentro de la depresión se descubrió una serie de depósitos de escombros, provocados por las sucesivas avalanchas, que hicieron concluir que en esa zona y en el pasado había ocurrido un gran colapso volcánico.
Cráteres submarinos activos de poca profundidad como Kick"em Jenny constituyen un ambiente biológico único y es enteramente posible hallar formas de vida allí que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Además de estos datos esenciales descubiertos durante la última expedición realizada en 2003, se observó que Kick"em Jenny libera constantemente burbujas de gas que proceden de las numerosas fumarolas situadas en el cráter interno y que estas expulsiones pueden ocurrir tanto durante las erupciones como en los intervalos entre las mismas. A causa de ello, la densidad del agua puede llegar a reducirse significativamente.
Este hecho plantea un serio peligro para la navegación e impulsó a la Unidad de Investigación Sísmica para trabajar junto con el Gobierno de Granada para que fuera respetada una zona de exclusión de 1,5 km de radio alrededor de la cumbre de Kick"em Jenny. Sin embargo, a pesar de las advertencias y la vigilancia en la zona, son muchos los yates y los barcos recreativos que recorren la zona ajenos al peligro que conlleva.
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