Científicos del Observatorio Pierre Auger, en Mendoza, donde participan referentes del Centro Atómico de Bariloche, anunciaron hoy que las Galaxias con núcleos activos son los más probables candidatos a ser las fuentes de los rayos cósmicos de las energías más elevadas que llegan a la Tierra.
En el mayor observatorio de rayos cómicos del mundo, ubicado en Malargüe, provincia de Mendoza, un equipo de científicos de 17 países encontraron que las fuentes de partículas de alta energía no se distribuyen de manera uniforme en todo el cielo. En lugar de ello, los resultados del Observatorio Auger vinculan el origen de estas misteriosas partículas con las galaxias cercanas que poseen núcleos activos, informó el Centro Atómico Bariloche en un comunicado.
Se cree que los núcleos activos de las galaxias (AGN, según su denominación en inglés) son alimentados por agujeros negros extremadamente masivos que absorben grandes cantidades de materia.
Estas galaxias con núcleos activos atraen y devoran gas, polvo y otro tipo de materia y lanzan una prodigiosa cantidad de partículas y energía al cosmos.
La mayoría de las galaxias tienen agujeros negros en su centro, con masas que van desde un millón a varios miles de millones de veces la masa del sol. El agujero negro en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, posee alrededor de 3 millones de masas solares, pero no se trata de un AGN. Sólo una pequeña fracción de las galaxias tiene núcleos activos. El resultado del Observatorio Auger indica que los AGNs también podrían producir las partículas de mayor energía del Universo.
“Este descubrimiento abre una nueva era para la observación del universo: ha nacido la astronomía de rayos cósmicos”, dijo Alberto Etchegoyen, uno de los principales impulsores de que el proyecto Auger se concrete en Argentina.
Los rayos cósmicos son protones y núcleos atómicos que viajan a través del universo con velocidades cercanas a la velocidad de la luz.
Apenas estas partículas ingresan a la atmófera de nuestro planeta chocan con moléculas de aire y crean una cascada de partículas secundarias, que puede dispersarse en 40 o m? kilómetros cuadrados cuando llega a la superficie terrestre.
El Observatorio Pierre Auger de rayos cósmicos registra las cascadas de partículas secundarias mediante un arreglo de 1.600 detectores, distanciados 1,5 kilómetros entre sí y distribuidos en 3.000 kilómetros cuadrados.
También cuenta con veinticuatro detectores de fluorescencia, telescopios especialmente diseñados para registrar la tenue luz emitida por la cascada de partículas secundarias cuando atraviesan la atmófera. La combinación de detectores de partículas y telescopios de fluorescencia proporciona un instrumento excepcionalmente poderoso y preciso.
Noticia publicada en ADN Río Negro (Argentina)