Investigadores británicos han descubierto que el gen IRS-1 influye sobre la esperanza de vida de los mamíferos, lo que podría contribuir a desarrollar tratamientos para enfermedades relacionadas con el envejecimiento, entre ellas el alzhéimer, el cáncer y las dolencias cardíacas, según informa el diario "The Guardian".
Dominic Withers, del Centro para la investigación del envejecimiento del University College de Londres, que ha liderado el estudio, sostiene que el IRS-1, del que hasta ahora se sabía que regulaba la insulina (la hormona encargada de controlar el nivel de azúcar de la sangre) influye sobre la esperanza de vida de los mamíferos, lo que podría permitir desarrollar métodos para retrasar el envejecimiento humano en el futuro.
Experimentos realizados por el equipo de Withers en los que se suprimió este gen en ratones mediante modificación genética, dieron como resultado un incremento de la esperanza de vida del 20% en los machos y del 30% en las hembras, y también se observó que los roedores de ambos sexos gozaban de mejor salud en su vejez que otros ratones portadores del gen.
Otras investigaciones realizadas con insectos como la mosca de la fruta y algunas especies de gusano, ya habían apuntado la existencia de un vínculo entre los genes que regulan la insulina y el envejecimiento.
Por ello, el equipo del University College cree que la manipulación del IRS-1 en los humanos podría permitir influir en el proceso de envejecimiento y sobre las enfermedades relacionadas con él, como el alzhéimer, el cáncer y las dolencias cardíacas, aunque reconoce que todavía se precisarán al menos 10 años para poder iniciar ensayos de este tipo con humanos.
Noticia publicada en Discapnet (España)