Los investigadores sueñan con las computadoras cuánticas, increíblemente rápidas, que podrían, por su peculiar naturaleza, resolver tareas complicadísimas.
Una de las dificultades radica en los transistores, que son los dispositivos que procesan las señales. Hoy, la señal es una corriente eléctrica, pero para una computadora cuántica la señal sería óptica y funcionaría utilizando un solo fotón, el componente más pequeño de la luz.
"Para trabajar, los fotones tienen que encontrarse y "hablar", y los fotones muy raramente interactúan entre sí", explica Anders Sondberg Sorensen, físico cuántico en el Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague.
Los diminutos fotones
La luz no funciona como en "La Guerra de las Galaxias", donde las personas luchan con espadas de luz y pueden hacerlas chocar. En el mundo real, cuando dos rayos de luz se encuentran y se cruzan, los dos haces pasan uno a través del otro. Eso se denomina óptica lineal.
Lo que Anders Sorensen quiere hacer con la luz pertenece a la óptica no lineal. Eso significa que los fotones de los haces de luz choquen entre sí y se puedan afectar mutuamente. Pero esto es muy difícil de lograr en la práctica. Los fotones son tan pequeños que una colisión entre dos es muy remota, a menos que se los controle.
Noticia publicada en Los Tiempos (Bolivia)