El alemán Gerhard Ertl obtuvo el Premio Nobel de Química 2007 ayer, en reconocimiento a sus estudios de los procesos químicos en superficies sólidas que han logrado avances en el conocimiento sobre las causas del adelgazamiento en la capa de ozono.
Las investigaciones de Ertl, que comenzaron en la década de 1960, sentaron las bases de la química moderna de superficie, la cual ha permitido comprender la forma en que trabajan los catalizadores en los automotores y las celdas de combustible, e incluso por qué el acero se oxida, explicó la Real Academia Sueca de Ciencias.
Las células o celdas de combustible son dispositivos electroquímicos similares a las baterías, con la diferencia de que producen electricidad de fuentes externas de combustible y de oxígeno.
Ertl, quien cumplió ayer 71 años de edad, dijo a periodistas en una teleconferencia que el premio "es el mejor regalo de cumpleaños que se le puede dar a alguien. Me quedé estupefacto".
"Gerhard Ertl consiguió aportar una descripción detallada de cómo ocurren las reacciones químicas en superficies y de esta manera ha colocado los cimientos de la química moderna de superficie", indicó la academia.
De acuerdo con la argumentación de la academia, Ertl demostró que pueden obtenerse resultados confiables en un campo difícil de investigación, y que sus hallazgos son aplicables tanto en los estudios académicos como en el desarrollo industrial. "La química de superficie puede incluso explicar la destrucción de la capa de ozono como movimientos vitales en la reacción que ocurre en las superficies de cristales pequeños de hielo en la estratosfera", indicó.
Los siguientes premios por anunciarse en el lapso que termina el 15 de octubre son los de literatura, paz y economía.
Noticia publicada en Prensa (Panamá)