A medida que la tecnología se miniaturiza cada vez más, la industria de los ordenadores se enfrenta al complejo desafío de encontrar formas de fabricar los minúsculos componentes necesarios. Una estrategia que se basa en alinear moléculas en una fila para que ésta actúe como un cable, podría ayudar a seguir adelante con esta carrera de la miniaturización.
"Los chips de los ordenadores constantemente se hacen más y más pequeños. Hay una disminución continua de su tamaño. Y la pregunta que nos hacemos es: ¿cómo se cablean estas cosas entre sí?", expone Jillian Buriak, profesora de química de la Universidad de Alberta e investigadora del Instituto Nacional para la Nanotecnología. "Si usted va a fabricar algo del orden de los 22 o incluso de los 18 nanómetros, entonces también tendrá que fabricar un enchufe de ese tamaño".
Un equipo de investigadores, encabezado por Buriak, ha demostrado una técnica innovadora para producir nanocables conductores muy pequeños en chips de silicio. La técnica puede producir cables que son 5.000 veces más largos que anchos, y satisfacen la necesidad de la interconexión entre los componentes electrónicos cada vez más minúsculos.
La escala a la que el equipo de investigación de Buriak está trabajando es difícil de asumir para la gente corriente. Pero algunas cifras pueden darnos una idea bastante clara del asombroso grado de miniaturización. Por ejemplo, en uno de los montajes, se fabricaron 25 nanocables de platino en paralelo empleando este proceso de autoensamblaje. Gracias a eso, cada cable midió sólo 10 nanómetros de ancho, pero extendiéndose en cambio en una longitud de 50.000 nanómetros. Ciertamente es una longitud muy grande si tomamos en consideración el ancho, pero tal longitud es de hecho comparable al grosor de un cabello humano.
Aunque la idea de los cables "autoensamblados" suena a ciencia-ficción, es un proceso natural.
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