El hallazgo de restos esqueléticos de 127 individuos con huellas de violencia, así como de más de 1,000 cuchillos de pedernal, que se han encontrado en los últimos años en excavaciones arqueológicas del Templo Mayor, confirman que el sacrificio humano fue una constante entre los mexicas, indicó el arqueólogo Leonardo López Luján, al referir que desde el punto de vista científico es necesario reactivar el análisis de esta práctica antigua para lograr definir una nueva teoría sobre el tema.
Lo anterior fue señalado por el arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) durante la inauguración el seminario “Nuevas perspectivas sobre el sacrificio humano entre los mexicas”, que se efectúó del 19 al 21 de septiembre con la participación de 28 especialistas nacionales y extranjeros, que debatieron desde el punto de vista científico este fenómeno con el objetivo de definir un planteamiento académico que permita superar las ideas que prevalecen sobre el tema.
En este sentido, López Luján, director del Proyecto de investigación del Templo Mayor y coordinador de este encuentro académico, dio a conocer que en las últimas tres décadas de exploraciones en este sitio, se han logrado obtener pruebas que confirman que en la época prehispánica los mexicas practicaron el sacrificio humano. “Tenemos evidencias que van desde las piedras donde se sacrificaban a los individuos, los restos de las propias víctimas, los instrumentos que se ocuparon para la inmolación y vestigios de fluidos sanguíneos que se han analizado en laboratorio”, detalló el investigador.
“En el Templo Mayor se han hallado restos esqueléticos de 127 victimas y más de 1,000 cuchillos de pedernal, que confirman que sí hubo sacrificio humano, además de restos de hierro y albúmina —principal proteína de la sangre— y hemoglobina, que se han obtenido de las piedras de sacrificio, y cuyos estudios indican que se trata de sangre humana”, precisó.
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