Un estudio realizado sobre El mapa de Sigüenza que se encuentra a resguardo en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH), revela que muy probablemente la escisión entre las ciudades de México-Tenochtitlan y Tlatelolco, se dio antes de lo que hasta ahora se pensaba, suscitándose en el cerro de Chapultepec, y no sólo eso, el códice hace referencia al origen tolteca-culhua, de los mexicas.
Esta serie de consideraciones resultado de una investigación realizada por la etnohistoriadora María Castañeda de la Paz, adscrita al Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, se ofrecen en el más reciente disco compacto interactivo –el quinto–, de la serie Códices de México, a través de la cual se han dado a conocer otros documentos pictográficos de la BNAH como el Colombino, el de Huamantla, el Chavero de Huexotzingo y el Huichapan.
La especialista en manuscritos pictográficos de México por las universidades de Sevilla, España, y de Leiden, Holanda, comentó que hasta el momento el análisis sobre El mapa de Sigüenza había sido básicamente de carácter descriptivo. Éste se halla elaborado en papel amate y es de un colorido poco común respecto a otros códices que tratan el tema de la peregrinación azteca-mexica, caso del Boturini.
Aunque El mapa de Sigüenza data de la Colonia, posiblemente de mediados del siglo XVI, en opinión de Castañeda de la Paz –quien presentó el disco compacto en el marco de la XIX Feria del Libro de Antropología e Historia–, éste puede ser la copia posterior de un documento prehispánico que tal vez se realizó durante el gobierno de Axayácatl, sexto gobernante de México-Tenochtitlan.
En El mapa de Sigüenza se traza un recorrido por la geografía del paisaje mexicano, no obstante una primera parte que alude al viaje de Aztlan a Coatepec “es difícil localizarla en un mapa de México porque los glifos responden a conceptos, a símbolos de la cosmovisión.”
“El mensaje que nos desea transmitir este documento es que los tenochcas –porque yo creo que es de México-Tenochtitlan y no de Tlatelolco–, tienen ascendencia tolteca y culhua. Lo tolteca es muy importante porque es sinónimo de un pueblo civilizado. Para los tenochcas, los herederos de los toltecas eran los culhua, que estuvieron ubicados en las cercanías del Cerro de la Estrella, en Iztapalapa.”
Esta idea se plasmó en El mapa de Sigüenza, según María Castañeda, con el dibujo de dos cabezas sobre el glifo de Aztlán, pertenecientes a una mujer tolteca y un hombre culhua, los ancestros de los futuros tenochcas.
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