En torno al monolito de Tlaltecuhtli, en el predio de Las Ajaracas, en el centro de esta ciudad, fueron halladas cuatro entradas superpuestas que podrían conducir a la cámara mortuoria principal de la construcción, donde se presume estarían los restos del emperador Ahuizotl.
Así lo dio a conocer la víspera el arqueólogo Leonardo López Luján, responsable de los trabajos en el lugar, quien añadió que esos pasajes no solo conducirían a la cámara donde reposan los restos de Ahuizotl sino también de sus antecesores.
Después de ofrecer una conferencia como parte de la XIX Feria del Libro de Antropología e Historia (FLAH), que se lleva a cabo aquí, precisó que del 19 de marzo a la fecha se han encontrado una serie de cuatro entradas superpuestas que fueron construidas entre el inicio del siglo XVI y la llegada de los españoles.
El hallazgo, considerado como el primero en su tipo en la ciudad de México-Tenochtitlan, consiste en una especie de "tiros" o "excavaciones que descienden" y que conducen al mismo lugar, el cual podría ser muy posiblemente a los aposentos donde descansen los restos mortuorios de los mandatarios aztecas, explicó.
Perforando un "pequeño túnel", detalló, "encontramos hacia el oeste del monolito una serie de entradas superpuestas, hasta la fecha tenemos cuatro y todas conducen al mismo lugar, cada una de ellas fue hecha en época diferentes, más o menos entre principios del siglo XI y la llegada de los españoles".
En este lapso, añadió, "se llenó en cuatro ocasiones el piso de la plaza (o cámaras) y consecuentemente se puso una nueva entrada en una posición superior, como si fuera un telescopio", es decir, que con el paso de los años las cavidades fueron rellenadas, aumentando hacia arriba la construcción de las entradas.
El lugar, subrayó, "que no sabemos qué es y que tenemos la hipótesis de que era una tumba, era constantemente visitado por lo menos a lo largo de estos años, es decir, que es un lugar vivo, de visita constante".
De la misma manera como sucedía en lugares como la zona maya, donde se frecuentaban las criptas de manera asidua para visitar a los ancestros o como sucede actualmente en los panteones mexicanos, dijo.
El descubrimiento, precisó, "es una especie de excavación que desciende", sobre la que los especialistas esperan bajar y toparse, "hipotéticamente, con las entradas (de las cámaras), como en una tumba zapoteca que bajas primero y luego tienes a los lados las entradas a las cámaras".
Noticia complea en El Universal (México)