Un medicamento experimental que ataca la esquizofrenia desde un ángulo totalmente nuevo pareció funcionar de manera segura en las personas, sin los efectos colaterales de los viejos fármacos, informaron el lunes investigadores de Estados Unidos.
Eli Lilly and Co. evaluó el nuevo fármaco frente a su anterior producto Zyprexa y halló que no alivia los síntomas de la esquizofrenia tan bien pero que tampoco provoca muchos de los efectos colaterales de la vieja medicina, como el aumento de peso, colesterol y cambios hormonales.
Los doctores Sandeep Patil y Darryle Schoepp, quienes se unieron a Merck and Co en marzo, y colegas de Lilly analizaron el nuevo fármaco, conocido por su nombre experimental LY2140023, en 196 pacientes.
"Todos los pacientes fueron hospitalizados (...) y tratados a doble ciego por cuatro semanas," escribieron los investigadores en el estudio publicado en la revista Nature Medicine.
Que el estudio fue realizado a doble ciego significa que ni los médicos ni los pacientes sabían si estaban tomando LY2140023, Zyprexa o placebo.
Alrededor del 32 por ciento de los pacientes tratados con LY2140023 presentaron menos alucinaciones, ilusiones e instancias de confusión del pensamiento, así como también menos retraimiento social, apatía y síntomas emocionales de esquizofrenia, revelaron los expertos.
Esto, comparado con el 41 por ciento de los pacientes que recibieron Zyprexa, conocido genéticamente como olanzapina, y sólo el 3 por ciento de las personas tratadas con placebo.
En tanto, los participantes que recibieron LY2140023 manifestaron menos efectos secundarios. La mayoría de los episodios eran leves y entre ellos se destacó el insomnio o somnolencia, las náuseas y el dolor de cabeza.
Los pacientes tratados con Zyprexa aumentaron los niveles de triglicéridos, uno de los componentes indeseables del colesterol, e informaron insomnio, aumento de peso y otras complicaciones. La diabetes también es un efecto colateral conocido de la ingesta de Zyprexa.
Los resultados sugieren que la nueva clase de medicación ofrecería un enfoque diferente para el tratamiento de la esquizofrenia, una enfermedad mental muy grave que puede causar alucinaciones e ilusiones y que afecta a alrededor del 1 por ciento de la población mundial, indicaron los investigadores.
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