Volver a la rutina tras el descanso estival supone a veces caer en las redes del síndrome postvacacional, o falta de adaptación a la actividad laboral. Aquellos que no se encuentran a gusto con su empleo son los que más lo notan, según informa la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
Entre los disconformes también se incluyen los afectados por el "Síndrome de burn out", que significaestar "quemado" poragotamiento o desencanto con el trabajo.
El síndrome postvacacional se manifiesta a través defatiga, falta de apetito, malestar,tristeza e irritabilidad. Afecta especialmente a los menores de 40 o 45 años de edad, a los que se incorporan al trabajo sin transición alguna y a aquellos que creen que las vacaciones son la culminación del bienestar.
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitariarecomiendamantener una actitud positiva para ir adaptándose poco a poco al cambio de vida y eludir de este modo la aparición de posibles cuadros se ansiedad. Asimismo, aconsejan evitar la automedicación y, en esta línea,abogan porrecurrir a un médico si los síntomas del síndrome postvacacional persisten más de dos semanas. Tampoco estaría de más, añaden, repartirse los tiempos de ocio a lo largo del año.
Noticia publicada en Vivir Mejor (España)