Los restos se preservaron gracias a una erupción volcánica que enterró la ciudad maya de Cerén hace 1.400 años.
Este campo de yuca es la primera evidencia de que los mayas cultivaron este tipo de tubérculo, que es muy rico en hidratos de carbono.
Los expertos de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, que lideran las excavaciones, sostienen que éste es el vestigio más antiguo del cultivo de yuca en el continente americano.
"La extraordinaria productividad de la yuca podría ayudar a explicar cómo los mayas, en lugares densamente poblados como Tikal en Guatemala y Copan en Honduras, pudieron alimentar a tantas personas", dijo en un comunicado Payson Sheets, antropólogo jefe de la expedición.
Según el equipo de investigadores, este hallazgo podría ayudar a explicar las razones por las cuales prosperó esta antigua civilización.
Bajo cenizas
La civilización maya se desarrolló en lo que hoy es Guatemala, Honduras, El Salvador, el sur de México y Belice.
Igual que ocurrió con la célebre ciudad de Pompeya, en Italia, la villa de Cerén, a unos 24 kilómetros de San Salvador, quedó sepultada tras la súbita erupción de un volcán cercano, en este caso el Loma Caldera, en el año 600 D.C.
El campo de yuca fue encontrado bajo tres metros de cenizas y entre las ruinas de otros edificios mayas que incluyen casas, bodegas, talleres, cocinas, edificios religiosos y una sauna comunal.
Según el jefe de la expedición, decenas de estructuras de la misma época permanecen enterradas bajo la ceniza.
Noticia completa en BBC (Reino Unido)