La osa Franska, que fue soltada en abril del año pasado por el Gobierno francés en los Pirineos para favorecer la repoblación de esta especie en la cordillera, murió ayer atropellada por un vehículo de manera accidental, según informó el Ministerio galo de Ecología y Desarrollo Sostenible.
Se trataba de un plantígrado de 7 años de edad procedente de Eslovenia -su suelta coincidió con la de otras tres hembras y un macho del mismo país- que concitaba el malestar de los ganaderos de la zona en la que se había asentado, porque tenía tendencia a acercarse a zonas habitadas por el ser humano y, asimismo, había atacado a rebaños, hasta el punto de haber matado a unas 150 ovejas.
El accidente tuvo lugar en una carretera a cinco kilómetros de la localidad de Lourdes y el conductor del vehículo no resultó herido.
Franska -"Francia en esloveno- fue liberada el 28 de abril de 2006 en Bagnères de Bigorre (a unos 40 kilómetros al norte de Monte Perdido. En poco tiempo, empezó a destacarse por ser la más viajera de los cinco ejemplares reintroducidos. De hecho, menos de un mes después de llegar a la cordillera, ya había pisado suelo aragonés. Fue apenas un mes después de su llegada, cuando protagonizó una incursión en la zona de Sallent de Gállego.
Además de viajera, la osa también destacaba por su voracidad, a juzgar por los múltiples ataques a ganado que se le atribuyen en el país vecino. En este sentido, ya en julio del pasado año, varias decenas de pastores participaron en una batida para espantarla y expulsarla del valle de Ouzoum, situado al norte del Parque Nacional de Ordesa, donde supuestamente arremetió contra varios rebaños.
Y en junio de este año, ganaderos franceses de los Altos Pirineos, apoyados por la Federación Departamental de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas, presentaron una moción oficial en la que reclaman la "captura inmediata" de Franska, así como su retirada de los Pirineos. En el documento, aseguraban que esta hembra es "una devoradora insaciable de ovejas" y que mata "no solamente para comer, sino por el placer de matar, y muchas reses heridas tienen que ser sacrificadas o dadas por desaparecidas".
Noticia publicada en Heraldo (España)