El esqueleto contendría pie, mano, codo, vértebras, omoplato, huesos del brazo y fémur, si bien por el momento se desconocen más detalles dado que los huesos no han sido limpiados y se encuentran en un bloque de conglomerado envueltos por varias capas de aislante.
El Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania) está en negociaciones con la Comunidad Autónoma de Murcia para la investigación del ADN del genoma nuclear de este Neandertal hallado en la Sima de las Palomas, para lo que empleará una metodología innovadora.
Los investigadores alemanes obtuvieron el año pasado ADN nuclear de un Homo neanderthalensis encontrado en de la cueva de Vindija, en Croacia, lo que sería crucial para zanjar la polémica de si los neandertales aportaron o no material genético al humano moderno, si bien han surgido diversas quejas de contaminación a la hora de extraer los huesos.
De ahí que en esta ocasión en la Sima de las Palomas los arqueólogos parecían cirujanos, dotados de guantes de látex y con mascarillas, han ido retirando minuciosamente los bloques dentro de los cuales se encontraban los huesos, con lo que así se evita la contaminación por escamas de piel o la respiración humana.
A diferencia de otros yacimientos importantes como la cueva del Sidrón, en Asturias, en que una avenida de agua pudo haber esparcido los huesos con la consiguiente dificultad para completar un esqueleto, en el caso de la Sima de las Palomas se da la circunstancia favorable de que los individuos fueron aplastados durante un seísmo por grandes bloques de piedra, por lo que están todos agrupados.
Otra singularidad que destaca en este yacimiento murciano es la triple presencia de restos, es decir, además del hombre fósil de Neandertal, los animales, así como plantas de su entorno, y los utensilios paleolíticos musterienses y el hogar, en un lugar de hábitat del Pleistoceno Superior antiguo.
Entre los restos animales hay elefántidos, rinocerótidos, cérvidos, caballo silvestre, jabalí, cabra hispánica, pantera, tejón, liebre, conejo, tortuga, roedores pequeños, aves y uros, mientras que los restos de polen fósil apuntan a la existencia de pinos, carrasca, quejigos, coscojas, avellanos, abedules, hayas, olmos y sauces, entre otras especies.
En los quince años del yacimiento han sido hallados 150 huesos humanos que pertenecen al menos a nueve individuos cuando solo han sido excavados dos metros de los 20 con que cuenta este yacimiento situado en el Cabezo Gordo (Torre Pacheco), donde próximamente la Comunidad Autónoma construirá un museo donde albergar todo este patrimonio.
Los huesos hallados hasta el momento conforman el conjunto más importante de restos de esta especie humana en todo el arco Mediterráneo español, según Walker, quién auguró que en la Sima podrían hallarse en el futuro hasta un total de 25 individuos.
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