El ingeniero Rafael Gonzaga Jarquín ha demostrado en su tesis que los tratamientos térmicos son prescindibles en las fundiciones de hierro y que, a través de un balance adecuado de los elementos de aleación, se pueden mejorar las propiedades mecánicas del material. El sistema propuesto supone, además, un ahorro energético y económico.
El trabajo doctoral, defendido en la Universidad Pública de Navarra y dirigido por el profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica, Energética y de Materiales Javier Fernández Carrasquilla, ha obtenido la calificación de sobresaliente.
Rafael Gonzaga Jarquín es ingeniero industrial por la Universidad Pública de Navarra y por la Universidad Rusa de los Pueblos (Moscú), donde también realizó estudios de posgrado sobre construcción de máquinas. Ha presentado ponencias sobre su área de investigación en diversos congresos y cuenta con tres publicaciones en revistas científicas.
Procesos más económicos
Según explica el autor, en las fundiciones, una vez obtenida la pieza "en bruto de colada" -es decir, directamente extraída del molde-, se le aplican tratamientos térmicos de recocido, normalizado, revenido, temple, en función de las características y propiedades mecánicas que se quieran obtener. Así, por ejemplo, estos procesos varían si se trata de obtener ferrita, perlita, martensita u otra microestructura de fundición de grafito esferoidal.
Sin embargo, si bien es cierto que las propiedades mecánicas y características de las fundiciones dúctiles dependen, en gran manera, de los tratamientos térmicos aplicados, el autor apunta que también juegan un papel importante los aditivos. En concreto, la principal aportación de esta tesis doctoral consiste en demostrar que dichos tratamientos térmicos, que resultan costosos en términos económicos, "pueden ser reemplazados por un balance adecuado de los elementos de aleación, e incluso se pueden conseguir resultados iguales y hasta mejores de las propiedades mecánicas".
Rafael Gonzaga indica que en la tesis se ha demostrado, mediante ensayos mecánicos, que con un contenido adecuado de los elementos de aleación se pueden obtener propiedades mecánicas mejores de las que exigen las normas actuales. "Las propiedades mecánicas determinadas experimentalmente en este trabajo son resultado de un balance adecuado del contenido de los elementos de aleación, así como de la velocidad de enfriamiento durante la solidificación de las fundiciones", indica.
Además, en este trabajo se concluye que, "conociendo que los valores de resiliencia y de energía absorbida dependen de las temperaturas a las que se realiza el ensayo y que también existe una relación respecto a los tratamientos térmicos, que tales valores de resiliencia y energía absorbida, están directamente asociados a la composición química de dicho material, sobresaliendo el efecto del silicio".
Noticia completa en Universia (España)