La afasia es una enfermedad cruel y arrasadora: provoca la pérdida total o parcial del lenguaje y de la comunicación, ya sea oral, escrita, gestual o con otras manifestaciones. Es producto de accidentes cerebrovasculares, tumores o traumatismos de cráneo.
Hasta hace poco, estas pérdidas se consideraban irrecuperables. Pero los investigadores Liu y Chambers, en 1959, y Levi Montalcini años después, demostraron que el sistema nervioso no era tan inmutable como se suponía. En las últimas décadas se han acumulado pruebas abrumadoras de que este mantiene, durante toda la vida del ser humano, la capacidad de modificación anatómica y funcional. Es decir, que las neuronas -las células que conforman en mayor medida el sistema nervioso- tienen el poder de reconstruir sus componentes.
Así nació, en 1989, la Fundación Argentina de Afasia “Charlotte Schwarz”, articulada a través de actividades diseñadas por el Centro Integral de Rehabilitación del Afásico (CIRA).
Uno de los objetivos de la escuela para afásicos, una iniciativa en la que participó el Instituto de Neurociencias Aplicadas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), es lograr que el paciente pueda comunicarse por vías alternativas, utilizando las áreas sanas del cerebro.
Con el diagnóstico de alrededor de 5.000 nuevos casos al año en Argentina, la estructura terapéutica llevada a cabo por un equipo interdisciplinario de fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales, lingüistas y musicoterapeutas, trabaja con los pacientes en el sistema “hospital de día”, donde emplean sus capacidades remanentes de modo natural, sin recurrir a prácticas rígidas, mecánicas ni repetitivas. “Sabemos que la ejercitación diaria ayuda significativamente, no sólo para la comunicación sino también en los demás aspectos neurocognitivos y afectivo-emocionales”, dijo la neurolingüista Silvia Rubio, quien coordina la escuela junto a Patricia Testa. “Es una experiencia inédita, y no sólo en nuestro país. Pero es sólo el primer paso para conocer si efectivamente se produce el aprendizaje en las personas afásicas”, dijo.
Noticia completa en La Gaceta (Argentina)