Cuatro días de trabajo en el campo tiene resultados. Todo empieza en Quito. El herpetólogo Luis Coloma y su equipo de alumnos salen rumbo a Puyo. El objetivo es rescatar a lasespecies de ranas que están en peligro de desparecer.
El vehículo está lleno de sencillas herramientas de trabajo:fundas transparentes, tachos de plástico y "coolers" de color rojo para recolectar y trasladar especies.
El grupo partedesdela Universidad Católica, deQuito, en donde Coloma es investigador y docente. Siete horas de viaje y aparece el primer destino: Tzulay, un pueblo a 10 minutos de Puyo.
En 1991, el herpetólogo puertorriqueño Juan Rivero ya había descrito a la especie Hyloxolus maculosus e identificó a esta zona como su hábitat natural.
La búsqueda comienza. Un par de botas de caucho essuficiente protecciónpara trabajar en el agua.
La noche cae y el ambiente es el hábitatpropicio para las ranas: aguas cristalinas que caen en cascada y clima templado.
Dos horas en lasquebradas y aparecen los primeros resultados.A las 19:00, Ítalo Tapia,un integrantedel equipo de investigación, asoma con un ejemplar.
Es el primer contacto físico con este tipo de ranas y eso para Tapia es buena noticia: “Aún estamos a tiempo de rescatar a este tipo de animales que casi ya no hay”.
Elherpetólogo Santiago Ron señala, a través de la página electrónica de la Universidad Católica, que “varias declinaciones de poblaciones de anfibios (ranas, sapos, salamandras) han sido reportadas alrededor del planeta durante las últimas dos décadas.
¿Las razones? Algunas de estas extinciones han sido consecuencia de la destrucción y degradación ambientales. Sin embargo, una característica única de la crisis de la biodiversidad es que ha afectado a especies que vivían en hábitats naturales, aparentemente no interrumpidos.
En, al menos, 25 especies de anfibios del Ecuador hay evidencias de disminuciones poblacionales e incluso extinciones (ver tabla).
Los géneros más afectados son Atelopus (11 especies) y Colostethus (seis). Las más atacadas son aquellas que tienen renacuajos acuáticos (por ejemplo, Atelopus, Colostethus), mientras que especies con un desarrollo directo fuera del agua (eleutherodactylus) todavía son abundantes en algunas localidades del país.
El cambio climático también influye. Coloma maneja una hipótesis: el incremento de las temperaturas de la tierra aumenta la nubosidad en las regiones montañosas.
Eso pudiera generar condiciones climáticas favorables para la proliferación de los hongos que atacan mortalmentea las ranas.
Con el hallazgo de la Hyloxalus maculosus (rana nodriza), en los dos primeros días la tarea apenas comienza. En el tercero, el destino es la parroquia rural 9 de Octubre, ubicada a 30 kilómetros de Macas, en Morona Santiago.
La rutina es la misma que en Puyo, pero aquí se busca a la especie Atelopus palmatus. El lugar es la quebrada las Lajas Qugusha.
Hasta ese entonces, el equipo apenas había encontrado únicamente dos de estos "individuos".
Pero luego de trabajar más de tres horas aguas arriba se descubrenpor lo menos 50 renacuajos. Allí se incluyen hembras. “Son tan raras y su hallazgo es muy importante para la ciencia”, comentaColoma, después de la tarea.
En este lugar es en donde el equipo encontró con anterioridad el hongo que ataca a las especies. Según Carolina Proaño, máster en Gestión y Conservación de la Biodiversidad de los trópicos, en esta quebrada, las pocas ranas halladas fueron atacadas por el hongo quitridiomicosis.
Los científicos señalan que el hongo llegó de África. Este se pega enla piel de la rana,ladestruye,impide la respiración y lasmata. “Por ello esurgenterescatarlas".
Una forma de hacerlo es llevar a las especies a un laboratorio.Allí se mantienen poblaciones genéticamente viables de los animales más vulnerables,se los cría hasta que se mitiguen los efectos.
Datos de la UniversidadCatólica señalan que el país posee 458 especies descritas formalmente y es el tercer país con mayor diversidad de anfibios después de Brasil y Colombia. Pero los investigadores dicen que en el momento 141 especies de sapos ecuatorianos están en amenaza de extinción.
Es jueves y la tarea está por terminar. Solo queda por distribuir las especies, de acuerdo con los nombres y el lugar donde vivían...
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