El National Research Council de Estados Unidos realizó una investigación financiada por la NASA que concluyó con un pedido para los científicos: buscar “vida rara” en los confines y recovecos del infinito espacial.
Por “vida rara”, los expertos entienden seres con una bioquímica “alternativa”. Es decir, apuntan a encontrar en el más allá especies o criaturas pero no con los patrones que definen la vida en nuestro planeta.
“La investigación dejó en claro que la vida es posible en formas diferentes a las de la tierra”, admitió el presidente del comité, John Baross, profesor de oceanografía de la Universidad de Washington (Estados Unidos). El informe deja en claro que limitar la búsqueda de vida a los parámetros encontrados en este planeta podría llevar a una situación que califica como “trágica”: que en la exploración del espacio se encuentre vida y no se la reconozca como tal.
La investigación del National Research Council sostiene que, por ejemplo, el amoníaco podría reemplazar al agua y los datos genéticos transmitirse en base a seis y no a cuatro tipos de nucleótidos, como en el ADN.
Además, sería factible hallar un organismo que obtenga su energía de una reacción entre el hidróxido de sodio y el ácido hidroclorídico, prescindiendo por lo tanto de un metabolismo basado en el carbono.
De lo que se trata, es de renovar los antiguos patrones de búsqueda aunque muchos cruzan los dedos para que esta vez se diga la verdad y el organismo no venda gato por alien.
Noticia publicada en ADN Mundo (Argentina)