La regeneración de huesos, la creación de ordenadores más potentes o la personalización de los fármacos será posible con esta ciencia de lo pequeño.
Átomos que aparecen y desaparecen, implantes que sustituyen cualquier parte del cuerpo, excepto el cerebro, o computadoras que predicen el tiempo son casi una realidad gracias a la nanotecnología. Una ciencia multidisciplinar mezcla de física, química, biología e ingeniería que, según el presidente de la Sociedad Española de la Química, Nazario Martín, "será la próxima revolución industrial".
Los "biomateriales" pueden cambiar cualquier parte del ser humano, excepto el cerebro. En la actualidad, ya se están testando materiales biológicos de tercera generación en animales, como conejos y cerdos, que permitirán impulsar la regeneración de huesos. "Se trata de facilitar al organismo que haga lo que nosotros no podemos", explica María Vallet Regi, catedrática de Bioinorgánica por la Universidad Complutense de Madrid.
En la investigación de nuevos materiales para el futuro también está presente esta tecnología de lo diminuto. "La nanotecnología supondrá un cambio drástico y gradual de las empresas actuales y de los empleos y, a su vez, implicará una mejora del bienestar social. Estos avances afectarán a la medicina, a los materiales utilizados y a sus propiedades", explica el químico Nazario Martín. El experto ha adelantado una de las múltiples aplicaciones de la nanotecnología en el desarrollo: la comercialización de células orgánicas para placas solares más flexibles y ligeras.
En medicina, el desarrollo específico dirigido a partículas microscópicas promete ayudar al tratamiento de ciertas enfermedades con la elaboración de "fármacos a la carta". Mientras que en física cuántica, esta ciencia de lo diminuto se convierte en motor de esta materia. Para Juan Ignacio Cirac, premio Príncipe de Asturias de las Ciencias en 2006, la nanotecnología "es el medio para llegar a construir ordenadores cuánticos". De acuerdo a las teorías del físico de 42 años, "el computador cuántico revolucionará la sociedad de la información". Considerado como uno de los impulsores de esta rama de la ciencia, Cirac define la física cuántica como el mundo de lo microscópico, formado por átomos "que tienen propiedades muy extrañas que pueden experimentar fenómenos extraordinarios que parecen sacados de "Star Trek"".
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