—¿Por qué algunas personas reaccionan frente a un placebo y se sienten mejor tras recibir un tratamiento que ellos creen es real, mientras que otras no reaccionan o incluso se sienten peor?
Un nuevo estudio realizado por el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, UM, explica las razones.
Utilizando distintos tipos de escáneres al cerebro investigadores de la UM descubrieron que el grado en que una persona responde a un tratamiento de placebo está vinculado íntimamente a cuan activa esté un área del cerebro al anticipar un beneficio o recompensa.
La investigación reveló fuertes vínculos entre respuestas individuales a un analgésico placebo y la actividad del neurotransmisor conocido como dopamina en una zona del cerebro conocida como núcleo accumbens. Es una pequeña región en el centro del cerebro vinculada a la habilidad de experimentar placer y recompensa e incluso hacerse adicto a las sensaciones causadas por ciertas drogas ilícitas.
La nueva investigación, que será publicada en la edición de mañana, jueves, de la revista Neuron, se basa en estudios realizados anteriormente por el mismo equipo de la UM publicados en el año 2005. El estudio fue el primero en demostrar que sólo pensar en un "fármaco" placebo alivia el dolor y es suficiente para que el cerebro despida sus analgésicos naturales, llamados endorfinas.
"Los receptores para endorfinas y dopaminas están agrupados mayoritariamente en el área del núcleo accumbens. Por lo tanto, tomados conjuntamente, nuestros estudios profundizan directamente en los mecanismos que determinan el efecto placebo" dice Jon-Kar Zubieta, neurocientista, psiquiatra y especialista de imágenes del cerebro de la UM. "Este es un fenómeno que tiene gran importancia para evaluar como nuevas terapias son evaluadas, porque numerosos pacientes responden tan bien a placebos como a tratamientos activos. Nuestros resultados, también sugieren, que la respuesta placebo puede ser parte de un mecanismo de resistencia mayor del cerebro".
Noticia completa en Universidad de Michigan (EEUU)