«Las reglas del juego van a cambiar porque (Machu Picchu) es un legado que tenemos que entregar a las siguientes generaciones», manifestó Bákula en un encuentro con la prensa extranjera en Lima, al reconocer que habrá una «avalancha turística». Adelantó que la semana próxima los organismos encargados de su protección (INC, Ministerio de Turismo, Gobierno regional de Cuzco e Instituto de Recursos Naturales) comenzarán a definir el futuro panorama de acceso a la ciudad perdida de los incas, que calificó como «icono de la arqueología americana». Actualmente, un promedio de 2.500 visitantes llegan a diario a Machu Picchu, cuyo precio de entrada actual para los extranjeros es de 38 dólares, a lo que se añaden entre 75 y 110 dólares del tren que los traslada de la ciudad de Cuzco a Aguas Calientes y otros 12 dólares del autobús que hace el último tramo hasta el santuario.
Noticia publicada en Diario de León (España)