La cena con espectáculo sobre la belleza que el diseñador ofreció a sus famosos invitados se desarrolló sobre una recreación de las columnas del templo de Venus, realizada en el lugar donde se encuentran los restos del original, cerca de Coliseo.
La columnata, que es de tamaño natural y en un material blanco transparente con iluminación desde el interior, se mantendrá en pie durante lo que queda de verano.
El diario "La Repubblica" consultó a varios arqueólogos su opinión sobre el uso de esos restos para celebrar una fiesta, que fue autorizada de manera excepcional y mientras Valentino donó 200.000 euros para los trabajos de recuperación de las bases del templo, y las opiniones han sido divergentes.
El responsable de bienes arqueológicos del Ayuntamiento de Roma, Angelo Bottini, uno de los encargados de autorizar la fiesta, indicó al diario que se trató de un "hecho excepcional e irrepetible".
En cambio, para el arqueólogo Adriano la Regina este evento es el ejemplo de cómo se trata de un modo "descuidado e ignorante la gestión" los monumentos del país y aunque aseguró que no tenía nada en contra de las columnas postizas considera que no deberían haberse colocado en ese lugar.
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