Un grupo de investigadores ha reconstruido la evolución del hipotálamo, una región del cerebro, hasta unos antepasados marinos similares al gusano. Esta labor, que ha sido financiada por la UE, ayuda a esclarecer la evolución del cerebro de los vertebrados.
El hipotálamo de los vertebrados produce hormonas, señales químicas que controlan el crecimiento, el metabolismo, la reproducción y muchos otros procesos fisiológicos. Los insectos y los gusanos nematodos también producen hormonas, pero el aspecto de éstas es muy distinto al de las hormonas de los vertebrados, lo que hacía suponer a la comunidad científica que estas regiones del cerebro secretoras de hormonas habían aparecido con posterioridad a la separación evolutiva de los vertebrados y los invertebrados.
Sin embargo, la comunidad investigadora descubrió después hormonas similares a las de los vertebrados en gusanos y moluscos, lo que indica que estas estructuras podrían ser más antiguas de lo que se pensaba.
En un artículo publicado en la revista Cell, científicos del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) y de la Universidad Libre de Berlín describen de qué modo compararon las células neurales secretoras de hormonas del pez cebra (un vertebrado) y del gusano anélido.
Hallaron similitudes asombrosas entre ambos grupos; ambas clases de células tenían un aspecto similar y se hallaban en la misma posición en los cerebros en desarrollo de las dos especies. Además, mostraban la misma configuración molecular. Estas similitudes no pueden atribuirse simplemente a una coincidencia y delatan un origen evolutivo común de estas células.
«Es probable que ya existieran en Urbilateria, los últimos antepasados comunes conocidos de los vertebrados, los insectos y los gusanos», comentó Detlev Arendt, del EMBL, uno de los autores del artículo.
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